domingo, 24 de mayo de 2009

Edgar Allan Poe


Edgar Allan Poe (Boston, 19 de enero de 1809 - Baltimore, 7 de octubre de 1849) fue un escritor, poeta, crítico y periodista romántico estadounidense, generalmente reconocido como uno de los maestros universales del relato corto, del cual fue uno de los primeros practicantes en su país. Fue renovador de la novela gótica, recordado especialmente por sus cuentos de terror. Considerado el inventor del relato detectivesco, contribuyó asimismo con varias obras al género emergente de la ciencia-ficción.[1] Por otra parte, fue el primer escritor estadounidense que intentó hacer de la escritura su modus vivendi, lo que tuvo para él consecuencias desastrosas.[2]
Fue bautizado como Edgar Poe en Boston, Massachusetts, y sus padres murieron cuando era niño. Fue recogido por un matrimonio adinerado de Richmond, Virginia, Frances y John Allan, aunque nunca fue adoptado oficialmente. Pasó un curso académico en la Universidad de Virginia y posteriormente se enroló, también por breve tiempo, en el ejército. Sus relaciones con los Allan se rompieron en esa época, debido a las continuas desavenencias con su padrastro, quien a menudo desoyó sus peticiones de ayuda y acabó desheredándolo. Su carrera literaria se inició con un libro de poemas, Tamerlane and Other Poems (1827).
Por motivos económicos, pronto dirigió sus esfuerzos a la prosa, escribiendo relatos y crítica literaria para algunos periódicos de la época; llegó a adquirir cierta notoriedad por su estilo cáustico y elegante. Debido a su trabajo, vivió en varias ciudades: Baltimore, Filadelfia y Nueva York. En Baltimore, en 1835, contrajo matrimonio con su prima Virginia Clemm, que contaba a la sazón 13 años de edad. En enero de 1845, publicó un poema que le haría célebre: "El cuervo". Su mujer murió de tuberculosis dos años más tarde. El gran sueño del escritor, editar su propio periódico (que iba a llamarse The Stylus), nunca se cumplió.[3]
Murió el 7 de octubre de 1849, en la ciudad de Baltimore, cuando contaba apenas 40 años de edad. La causa exacta de su muerte nunca fue aclarada. Se atribuyó al alcohol, a congestión cerebral, cólera, drogas, fallo cardíaco, rabia, suicidio, tuberculosis y otras causas.[4]
La figura del escritor, tanto como su obra, marcó profundamente la literatura de su país y puede decirse que de todo el mundo. Ejerció gran influencia en la literatura simbolista francesa y, a través de ésta, en el surrealismo, pero su impronta llega mucho más lejos: son deudores suyos toda la literatura de fantasmas victoriana y, en mayor o menor medida, autores tan dispares e importantes como Charles Baudelaire, Fedor Dostoyevski,[5] [6] [7] Franz Kafka,[8] H. P. Lovecraft, Ambrose Bierce, Guy de Maupassant, Thomas Mann,[9] Jorge Luis Borges, Clemente Palma, Julio Cortázar, etc. El poeta nicaragüense Rubén Darío le dedicó un ensayo en su libro Los raros.
Poe hizo incursiones asimismo en campos tan dispares como la cosmología, la criptografía y el mesmerismo. Su trabajo ha sido asimilado por la cultura popular a través de la literatura, la música, tanto moderna como clásica, el cine (por ejemplo, las muchas adaptaciones de sus relatos realizadas por el director estadounidense Roger Corman), el cómic, la pintura (varias obras de Gustave Doré, v. gr.) y la televisión (cientos de adaptaciones, como las españolas para la serie Historias para no dormir). (Véase Repercusión de Edgar Allan Poe.)
En una de sus cartas, dejó escrito:
Mi vida ha sido capricho, impulso, pasión, anhelo de la soledad, mofa de las cosas de este mundo; un honesto deseo de futuro.

Jose de Espronceda


José Ignacio Javier Oriol Encarnación de Espronceda y Delgado (Almendralejo (Badajoz), 25 de marzo de 1808 – † Madrid, 23 de mayo de 1842), fue un poeta español de la época del Romanticismo, considerado como el más destacado poeta romántico español.

José de Espronceda nació en Almendralejo (Badajoz) en 1808. Estudió en el Colegio de San Mateo de Madrid, donde tuvo como profesor a Alberto Lista, a quien siguió en el colegio fundado por el mismo Alberto. A los quince años creó con sus amigos Ventura de la Vega, y Patricio de la Escosura una sociedad secreta a la que llamaron los Numantinos (1823-1825), según decían, para vengar la muerte de Rafael del Riego. Denunciado por ello en 1825 fue desterrado a un monasterio de Guadalajara durante cinco años. Posteriormente viajó por Portugal, Bélgica, los Países Bajos, Francia e Inglaterra —donde se enamoró de Teresa Mancha, hija del coronel liberal emigrado Epifanio Mancha— en su condición exiliado liberal. Participó en las oleadas revolucionarias de 1830 junto con unos antiguos amigos suyos. Poco después Teresa se casaría por orden de su padre con un comerciante llamado Guillermo del Amo; sin embargo se reencontrarían en París en 1833 con la que regresó a España, junto con otros liberales, gracias a la amnistía declarada por la muerte del soberano Fernando VII, en 1833. En 1838 Teresa se apartó de Espronceda y poco después murió.
A partir de aquí Espronceda se dedicó a la política y al periodismo. Se enroló en la Milicia Nacional llegando a ser Primer Teniente de la Compañía de Cazadores de Madrid. En 1841 es nombrado secretario de la Legación española en La Haya y poco después es elegido diputado progresista en Almería. Fue elegido parlamentario ante las Cortes Generales, en 1842 por el Partido Progresista. Murió a los treinta y cuatro años de garrotillo (difteria) en ese mismo año de 1842, cuando se iba a casar con Bernarda de Beruete.

Durante su estancia en el monasterio, y alentado por su maestro, el erudito y poeta sevillano Alberto Lista, comenzó a escribir el poema histórico El Pelayo en octavas reales, que dejó inacabado. Más tarde escribió la novela histórica Sancho Saldaña o el castellano de Cuéllar. En 1840 escribió un tomo de Poesías que tuvo gran éxito y repercusión. Los temas de esta compilación son el placer, la libertad, el amor, el desengaño, la muerte, la patria, la tristeza, la duda, la protesta social, etc.
Se considera a Espronceda el poeta romántico español por excelencia a causa de su talante byroniano. En efecto, su poesía presenta ecos de la de Lord Byron, sobre todo en sus dos poemas narrativos más extensos: El estudiante de Salamanca, sobre el tema del seductor donjuanesco, que se puede considerar como un acabado exponente del género romántico leyenda, considerado el mejor poema en su género del siglo XIX, y el incompleto El Diablo Mundo (1841), heterogéneo poema filosófico en donde describe al hombre como un ser de inocencia natural que sufre la realidad social y sus maldades, en el que se incluye el famoso «Canto a Teresa», dedicado a su amante Teresa Mancha, una de las más grandes elegías amorosas. También escribió gran cantidad de poemas cortos que denominó Canciones, de entre los que destaca como el más conocido la «Canción del pirata»; también figuran «A Jarifa en una orgía», «El verdugo», «El mendigo», «El reo de muerte» o «Canción del cosaco». Todos estos poemas se inspiran en personajes marginados o excluidos de la sociedad, con lo que por primera vez aparece claramente formulado el tema social en la lírica española.
En su «Himno al sol» y en el poema «Óscar y Malvina» Espronceda se acerca también a la poesía de James Macpherson, inventor del vate céltico Ossian. El estilo más cultivado por el autor extremeño es algo amante de los efectos retóricos pero es flexible e inspirado en sus mejores momento.

sábado, 23 de mayo de 2009

Carmen Garcia Bloise


Carmen García Bloise (Madrid, 1937 - 1994) fue una política española.
Paso buena parte de su infancia y juventud en el exilio en Francia regresando en 1975. Ya en su juventud estuvo afiliada a la central sindical UGT y al PSOE.
Alcanzó la Secretaría de organización del Partido Socialista en el Congreso Extraordinario de 1979, manteniéndose en el cargo hasta 1984. Siempre en el Partido Socialista, fue diputada en las Cortes Constituyentes y en las cuatro primeras legislaturas, hasta su fallecimiento.
Muy vinculada a los problemas de las migraciones, participó en la creación de la Fundación Españoles en el Mundo. En su honor, la Fundación Ramón Rubial entrega anualmente el Premio Carmen García Bloise que homenajea a personas destacadas por la ayuda al refugiado.
Representantes de todos los partidos políticos del arco parlamentario coincidieron ayer en señalar el coraje, la coherencia y la honestidad política de Carmen García Bloise, diputada y miembro de la ejecutiva socialista, que falleció en la madrugada de ayer en Madrid. La dirigente socialista murió en el hospital Gregorio Marañón de Madrid a causa de una infección generalizada después de un segundo trasplante de hígado.
Carmen García Bloise, casada con Rafael Robledo Roa, nació en Madrid en 1937 y se exilió a Francia en 1948. A los 15 años se afilió a las Juventudes Socialistas y a los veinte, al PSOE y la UGT. Trabajó como jefa contable de servicio en la fábrica Renault de París hasta 1975, fecha en que regresó a España. Al año siguiente empezó a ocupar cargos de responsabilidad en el PSOE y fue elegida diputada por Madrid en todas las legislativas.Políticos del PP como Isabel Tocino, Rodrigo Rato, Javier Arenas, Gabriel Cisneros, Rodolfo Martín Villa o Alberto Ruiz Gallardón acudieron ayer al tanatorio de Madrid para rendirle homenaje. Miquel Roca (CiU), Iñaki Anasagasti (PNV) o Diego López Garrido (IU) se sumaron a los elogios unánimes que la figura de García Bloise ha despertado entre la clase política, incluidos numerosos dirigentes socialistas, en la hora de su fallecimiento.
El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Felipe González, que estuvo en el tanatorio durante media hora antes de partir hacia París, afirmó que la dirigente socialista dedicó toda la vida a llevar a la práctica sus convicciones políticas. González subrayó la "pérdida muy sensible" que supone la muerte de "una magnífica mujer y muy solidaria, con grandes convicciones". La Comisión Ejecutiva del PSOE hizo público ayer un comunicado en que lamenta "la irreparable pérdida para el partido y para el socialismo" que supone la muerte de García Bloise.
Fue enterrada en el Cementerio de La Almudena.

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sábado, 2 de mayo de 2009

JACINTO BENAVENTE


Jacinto Benavente y Martínez (Galapagar (Madrid), 12 de agosto de 1866 - Galapagar (Madrid), 14 de julio de 1954). Dramaturgo y director, guionista y productor de cine español.
Era hijo del notable médico pediatra Mariano Benavente, circunstancia que suele relacionarse por el interés que mostró por la infancia en su libro Niños (1917) y en sus obras de teatro infantil.
Inició los estudios de derecho en la Universidad Central de Madrid, pero, a la muerte de su padre (1885), los abandonó para dedicarse a la literatura. Durante algún tiempo fue empresario de circo.
Ingresó en la Real Academia Española en 1912, ocupó en 1918 un escaño en el Congreso de los diputados y en 1947 asumió, a título honorario, la presidencia de la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores. En 1924 recibió el título de hijo predilecto de Madrid concedido por su Ayuntamiento. Conquistó preciados galardones: Premio Nobel de Literatura en 1922 ("por haber continuado dignamente las tradiciones del teatro español"), Gran Cruz de Alfonso X el Sabio en 1924, Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo el 8 de febrero de 1950.
Durante la Guerra Civil, Benavente permaneció primero en Madrid y luego en Valencia, donde las autoridades del Gobierno del Frente Popular le homenajearon repetidamente y donde llegó incluso a actuar en escena interpretando el papel de Crispín en su obra "Los intereses creados". Una vez terminada la Guerra Civil ello le creó serias dificultades, aunque él alegase repetidamente que sus tomas de posición le habían sido impuestas bajo amenaza de muerte. Se llegó incluso al curioso extremo de permitir la puesta en escena de sus obras pero sin indicar el nombre de su autor, que pasaba a ser "por el autor de La Malquerida". No obstante, su presencia en la Plaza de Oriente de Madrid, en la gran manifestación pro-franquista de 1947, presencia abundantemente comentada y fotografiada en la prensa, le congració el aprecio del Régimen y del silencio oficial que la censura había impuesto sobre su persona y sus obras, se pasó de la noche a la mañana a denominarle "nuestro ilustre comediógrafo", "nuestro preclaro autor teatral" y "nuestro gran Premio Nobel, Don Jacinto

viernes, 1 de mayo de 2009

Jose Luis Borges


Jorge Francisco Isidoro Luis Borges (* Buenos Aires, 24 de agosto de 1899 - Ginebra, 14 de junio de 1986) fue un escritor argentino, uno de los autores más destacados de la literatura en español del siglo XX. Publicó ensayos breves, cuentos y poemas. Su obra, fundamental en la literatura y en el pensamiento humano, ha sido objeto de minuciosos análisis y de múltiples interpretaciones. Trasciende cualquier clasificación y excluye cualquier tipo de dogmatismo.[1] Pocos escritores han repercutido tanto en la imaginación de los hombres.[2]

Su padre, Jorge Guillermo Borges, argentino, natural de Entre Ríos, fue abogado y profesor de psicología. Era un ávido lector y tenía aspiraciones literarias que concretó en una novela, El caudillo, y algunos poemas; además tradujo a Omar Jayyam de la versión inglesa de Fitzgerald. Para 1970, Jorge Luis Borges recordaba con estas palabras a su padre: "Él me reveló el poder de la poesía: el hecho de que las palabras sean no sólo un medio de comunicación sino símbolos mágicos y música".[3] Su madre, Leonor Acevedo Suárez, era uruguaya. Aprendió inglés de su marido y tradujo varias obras de esa lengua al español. La familia de su padre tenía orígenes españoles, portugueses e ingleses; la de su madre, españoles y posiblemente portugueses. En su casa se hablaba en español e inglés.
Borges nació, a los ocho meses de gestación, en una típica casa porteña de fines del siglo XIX, con patio y aljibe, dos elementos que se repetirán como un eco en sus poesías. Su casa natal estaba situada en la calle Tucumán 840, pero su infancia transcurrió un poco más al norte, en la calle Serrano 2135 del barrio de Palermo. La relación de Borges con la literatura comenzó a muy temprana edad, siendo que a los cuatro años ya sabía leer y escribir. Debido a que en su casa se hablaba tanto español como inglés, Borges creció como bilingüe.[4] [5]

Mapa de la Ciudad de Buenos Aires en 1888. La infancia de Borges transcurrió en Palermo, un barrio que por aquella época se hallaba en los márgenes de la ciudad.
En 1905 comenzó a tomar sus primeras lecciones con una institutriz británica.[a] Al año siguiente escribió su primer relato, La visera fatal, siguiendo páginas del Quijote. Además, esbozó en inglés un breve ensayo sobre mitología griega. A los nueve años tradujo del inglés El príncipe feliz, de Oscar Wilde, texto que se publicó en el periódico El País rubricado por Jorge Borges (h).[4] En el barrio de Palermo, que por aquella época era un barrio marginal de inmigrantes y cuchilleros, conoció las andanzas de los compadritos que después poblaron sus ficciones. Borges ingresó al colegio directamente en el cuarto grado. Por esa época la familia pasaba sus vacaciones de verano en Adrogué o en casa de unos familiares uruguayos, los Haedo.[6]
En 1914 el padre de Borges se vio obligado a dejar su profesión, jubilándose de profesor debido a la misma ceguera progresiva hereditaria que décadas más tarde afectaría también a su hijo. Junto con la familia, se dirigió a Europa para someterse a un tratamiento oftalmológico especial. Para refugiarse de la Primera Guerra Mundial, la familia se instaló en Ginebra (Suiza), donde el joven Borges y su hermana Norah (nacida en 1902) asistirían a la escuela. Borges estudió francés y cursó el bachillerato en el Liceo Jean Clavin. Durante esa época leyó sobre todo a los prosistas del Realismo francés y a los poetas expresionistas y simbolistas, especialmente a Rimbaud. A la vez, descubrió a Schopenhauer, a Nietzsche, a Carlyle y a Chesterton. Con la sola ayuda de un diccionario aprendió por sí mismo el alemán y escribió sus primeros versos en francés.[6]
En 1919, gracias al fin de las hostilidades y después del fallecimiento de la abuela materna, la familia Borges marchó a España. En un primer momento se instalaron en Barcelona y luego se trasladaron a Palma de Mallorca. En esta última ciudad Borges escribió dos libros que no publicó: Los ritmos rojos, poemas de elogio a la Revolución Rusa, y Los naipes del tahúr, un libro de cuentos. En Madrid y en Sevilla participó del movimiento literario ultraísta, que luego encabezaría en Argentina y que influiría poderosamente en su primera obra lírica. Colaboró con poemas y en la crítica literaria en las revistas Ultra, Grecia, Cervantes, Hélices y Cosmópolis. Su primera poesía, "Himno al mar", escrita en el estilo de Walt Whitman, fue publicada en la revista Grecia el 31 de diciembre de 1919.[7]
Oh mar! oh mito! oh largo lecho!
Y sé por qué te amo. Sé que somos muy viejos.

WIRBERTO DELSO, CURA OBRERO, CASO FABARA


Hoy ya tengo datos , gracias a Don Laureano Molina, persona que no tengo el gusto de conocer. de Wirberto Delso, al que agradezco me haya enviado tanto dato, de esta gran persona que era Wirberto, al que conoci muy someramente, pero lo suficiente para conocerle dado el caracter de este gran hombre.

WIRBERTO DELSO, CURA OBRERO.
Wirberto ha muerto,
El día 21 de Abril de 2.009, a las 23´15 horas la llama de su vida se apagó. Tenía 73 años de edad.
No pudo vencer la enfermedad que se le había manifestado a penas hacía tres meses.
En febrero, cuando le visitábamos, se deshacía con palabras de agradecimiento por estar un rato con él, o cuando le llamábamos por teléfono.
En el mes de marzo, en lugar de hablarnos, nos cogía de la mano y nos la apretaba con fuerza.
Pero en este mes de abril, éramos nosotros los que le cogíamos sus manos y poníamos las nuestras sobre su cabeza inconsciente.
Deseábamos que nos sintiera cerca de él. No sabíamos si nos percibía. Pero estábamos seguros que el cariño, lenguaje universal de todos, sí que le proporcionaba uno de los mejores cuidados paliativos que en ese trance necesitaba.
Su entierro tuvo lugar el Día de Aragón, el día de San Jorge, el 23 de Abril a las 12 horas con un sol radiante de primavera. Wirberto se fue, pero se queda. Se queda con nosotros porque su recuerdo no va a ser fácil de olvidar. Muchos familiares y amigos le despedimos con un “hasta siempre”.
El mismo día otro cura obrero moría en Valencia: Antonio Andrés había nacido en el año de 1.932. Era un artista y vivía de ello, con su pintura y con sus diseños. Lo mismo que Wirberto siempre vivió con justedad y con el esfuerzo de su trabajo. Los tres coincidimos en Agosto de 1.970, en Segovia, en un Cursillo sobre Comunidades Cristianas de Base.
Los ponentes eran José Domínguez, Antonio Andrés, el Obispo de Segovia Antonio Palenzuela, el murciano Fernando Egea, los madrileños Padre Llanos y Tomás Malagón. Las ponencias eran de lo más interesante en aquellos tiempos y quizás necesarias para estos días en que vivimos. El cursillo había sido organizado por la HOAC y por la ZYX con el visto bueno del obispado de Segovia.

(Los libros “De la misa al tajo. La experiencia de los curas obreros”, recopilado por Xavier Corrales y editado por la Universidad de Valencia, 2.008, y “Curas obreros. Cuarenta y cinco años de testimonio, 1.963-2008”, de José Centeno García, Luis Díez Maestro y Julio Pérez Pinillos, editado por Herder, Barcelona 2.009, traen el testimonio valioso de Antonio Andrés).
(Wirberto Delso en el Seminario. 1-05-1.959).
El periodista Fernando Gutierrez, en su día, hizo una entrevista a Wirberto estando todavía en Fabara y publicó un libro con el título “Curas represaliados en el franquismo”, Editorial AKAL 74. Ante la dificultad de hacerse con el libro el mismo Wirberto lo escaneó para mí. Él no quería darlo a conocer porque no le agradaba que la gente pensase que lo hacía como para justificarse de aquellos hechos. “No tengo nada de qué justificarme”. “Lo hice y lo volvería a hacer”, me decía.
De ese libro extraigo la parte concerniente al “Caso Fabara”. Lo hago en su memoria y por que es justo hacerlo.
Zaragoza a 27 de Abril de 2009.
Laureano Molina Gómez.